Liñas de serpientes

Me enviaron a la tierra para eliminar a una bruja llamada Medusa. Según el informe, se dedicaba a hacer experimentos y a matar gente inocente. Lo que no entendía era el motivo para enviar un Shinigami, ¿Tan inútiles eran los Técnicos? Lo raro es que al llegar a la tierra noté actividad de Hollow por la zona, quizás ese era el motivo para enviarme.

Decidí ir a investigar la ciudad y eliminar los Hollows que aparecieran delante mía que por mi sorpresa, eran bastantes.
En medio de un descampado pude localizar uno que parecía estar perdido y no sabia donde ir. Fui hasta el y empuñe a Shinso.

- Dispara hasta matar, ¡Shinso! - La cuchilla se extendió a velocidad normal y atravesó la cabeza del Hollow, el hollow pareció sonreír antes de desvanecerse.

Había alguien más en aquel decampado, varias personas... ¿Brujas? parecían ser perseguidas por Técnicos a juzgar por sus almas.

Las brujas son Misa y Mary, las tecnicas Amy y Marina.

A Raimu y a mí nos informaron sobre la presencia de dos brujas. Esta vez no perderíamos la oportunidad, y las capturaríamos sí o sí. Una vez llegamos, estaban subidas en sus escobas, mientras volaban hacia un descampado a través de un parque. Raimu y yo las perseguíamos, cada una empuñando nuestras respectivas armas.

Después de estar un buen rato de árbol en árbol, dando saltos mientras perseguíamos a las brujas, estas giraron hacia el descampado bruscamente. El descampado era muy verde, y había en medio, parado, un tipo extraño con el pelo plateado. Ese tipo miraba la escena curioso. Me había desconcentrado. Sacudí mi cabeza y continué con la persecución de esas brujas, que fueron rumbo al tipo que había allí y se situaron detrás de él mientras gritaban.

Entonces, cuando ya estábamos cerca de él, hizo algo y nos atrapó a mí y a mi prima en una gruesa cuerda. Bastante rara, porque desprendía luz. Ese tipo no era un técnico, seguro. Nunca antes le había visto.

-¿Qué le hacéis a estas pobres brujas?- dijo sin mover lo más mínimo esa expresión sonriente de su cara.

Las brujas gimieron lastimosas detrás de él, intentado darle pena, supuse. Raimu le sonreía al tipo, y yo solo miraba lo que pudiese ocurrir después de esto. No me apetecía pelear con ese chico. Tenía algo extraño...

A Lukia y a mi nos asignaron dar caza a unas brujas, y esta vez, las capturaríamos. Llevábamos tiempo intentado cazarlas, pero siempre huían. Llegamos, y ahí estaban, volando con sus escobas de un lado a otro, hasta decidirse a ir un descampado cruzando el parque. Lukia y yo , con nuestras respectivas armas, corríamos hacia ellas intentando darles caza. Por mucho que corriéramos, nos esquivaban, y eso nos fastidiaba. Cloud, mi arma, no paraba de regañarme, así que mientras corría detrás de mi prima hacia las brujas, peleaba con él.

Tras ir árbol tras árbol saltando, las brujas giraron bruscamente hacia el descampado. El descampado era muy amplio y verdoso, y en medio se situaba un tipo raro de pelo plateado. Me quedé mirándole, y ahí estaba, sonriendo para nosequé lado. Me daba escalofríos.La brujas se dirigieron hacia él, situándose detrás de el lloriqueando.

El tipo extraño pronunció unas palabras raras y una cuerda gruesa luminosa nos rodeó. Sabía que mi prima pensaría igual que yo: este tipo no es un técnico.

-¿Qué le hacéis a estas pobres brujas?- dijo mirándonos con esa sonrisa que, de cerca no era tan espeluznante.

La brujas seguían gimoteando para dar pena, y yo le sonreía al tipo extraño, y Lukia le miraba desconfiado.

Estábamos mi amiga Nana y yo vagueando por un descampado. Me alegró mucho conocerla hace tiempo ya que no hay muchas brujas. Decidimos ir a algún sitio a pasar el rato, como al parque por ejemplo y nos subimos a las escobas. Íbamos tranquilas atravesando el descampado cuando empezaron a seguirnos dos chicas. Por las armas que llevaban y como nos perseguían vimos perfectamente que eran Técnicos y que iban a cazarnos. Nana y yo corrimos más y empezamos a huir. Por suerte íbamos en las escobas y rápidamente conseguíamos esquivarlas, aunque no lográbamos despistarlas del todo.

Después de un buen rato, aún seguían detrás de nosotras. No se cansaban de seguirnos... Llegamos al descampado que era muy grande y muy verde y vimos que en mitad había un chico que tenía el pelo plateado. Corrimos y nos pusimos detrás de él lloriqueando para que nos protegiera de las Técnicos. Enseguida dijo algo muy rápidamente y atrapó a las Técnicos con una cuerda muy gruesa y luminosa.

- ¿Qué le hacéis a estas pobres brujas?- les dijo cubriéndonos.

Las Técnicos se detuvieron y miraron desconfiadas al chico. Al menos una, mientras la otra le sonreía.

Misa y yo como todas las mañanas nos damos unas cuantas vueltas por los descampados para pasar el rato. Después de estar un rato dando vueltas decidimos ir al parque, nos subimos a las escobas y pusimos dirección hacia allí. Por el camino pude notar que alguien o algo nos seguía, no hice caso y seguí hacia delante junto con Misa. Después de un rato Misa y yo nos guaramos hacia atrás para ver si aun nos seguían, en efecto eran dos Técnicas, justamente las que nos llevan siguiendo desde hace bastante tiempo. Podíamos despistarlas ya que íbamos más rápidas que ellas gracias a las escobas pero no lográbamos despistarlas.

Seguimos así hasta llegar a un gran descampado verde y espacioso, en medio había un chico con el pelo plateado y un traje negro con una espada. Misa echo a correr detrás suya entonces yo la seguí. Misa y yo empezamos a poner cara de pena así el chico nos protegería de las Técnicos. Y el chico dijo algo rápido y a la vez raro, parecía un conjuro, a continuación salió una cuerda luminosa hacia ellas atándolas mientras que decía:

- ¿Qué le hacéis a estas pobres brujas?- les dijo cubriéndonos.

Misa y yo seguíamos detrás del chico, mientras que las Técnicas empezaron a desconfiar del chico.

Las brujas fueron a esconderse detrás mía. Las Técnicas casi se abalanzan sobre mi pero levante ambas manos con la palma abierta y dije rápidamente

- Bakodou 63. Sajo Sabaku. - Las dos brujas fueron rodeadas y apresadas por unas cuerdas gruesas y luminosas. Volví a bajar las manos, la izquierda la coloque en horizontal como si creara una barrera inexistente entre las brujas y las Técnicas y la otra la pose sobre mi Wakizashi oculta en mi túnica. Libere el Bakodou bajando el brazo izquierdo.

- Entiendo que sea vuestro trabajo pero necesito información y ayuda. - Dije dirigiéndome a las Técnicas sin modificar un solo detalle de mi rostro. - Aunque si no queréis colaborar...

Deje la frase en el aire para que no supieran que haría con ellas. Las brujas parecían estar satisfechas y las Técnicas intranquilas.

Un portal del vacío se abrió entre Las técnicas y yo. Varias Hollows de diferente tamaño salieron de el. Era un problema, no quería mostrar a Shinso a aquellas chicas de momento hasta que supiera si iban a colaborar o no.

- Realmente son pesados. - Empuñe la wakizashi y ataque al primer Hollow: Di un Giro en el aire partiéndole la mascara y luego arremetí contra el cambiando el tamaño de la hoja de mi Zampakutou a una O katana sin que nadie se diera cuenta, y la use como una lanza para acabar con el Hollow.

Atrapadas en esa cuerda luminosa, con nuestras armas sin poder movernos y las brujas lloriqueando detrás del tipo extraño de la sonrisa. Entonces, nos miró y bajó su mano , liberando las cuerdas que nos rodeaban, sintiendonos aliviadas.

Entiendo que sea vuestro trabajo pero necesito información y ayuda. - Dijo dirigiéndose a nosotras sin modificar un solo detalle de su cara. - Aunque si no queréis colaborar...

Entonces, se calló y dejo la frase sin terminar. Lukia y yo le miramos extrañadas. ¿ Eso era una amenaza directa? Porque, forzar a la gente para conseguir lo que quieres no me pareció muy ético. Solo le miré con cara payasil, mientras Lukia ponía una mirada desafiante, como si le retara a que se atreviera a hacernos daño.

Entonces, entre ese silencio, se abrió un portal extraño, y unos extraños monstruos negros con máscaras raras salieron del agujero. Lukia , las brujas y yo nos quedamos sorprendidas. En el tiempo que llevábamos Lukia y yo en Death City, jamás habíamos visto monstruos similares, y por la expresión de las brujas deducí que estaban igual que nosotras. Agarramos nuestras armas por precaución, por si teníamos que defendernos, aunque ese extraño tipo se las apañaba bastante bien, así que solo nos quedamos mirando, de todas formas contra un enemigo desconocido no ayudaríamos mucho.

Nana y yo seguíamos detrás de ese chico y él sujetando a esas dos Técnicas con esas extrañas cuerdas. Al poco tiempo volvió a decir algo y las soltó. Las Técnicas suspiraron de alivio y el chico les dijo:

- Entiendo que sea vuestro trabajo pero necesito información y ayuda. - les dijo sin inmutar su cara.
Aunque si no queréis colaborar...

No dijo nada más. Nosotras estábamos tranquilas porque sabíamos no nos iba a pasar nada. Pero de repente apareció delante de todos nosotros una especie de portal vacío del que salieron unos bichos negros como con unas máscaras de hueso que nunca habíamos visto antes, al menos yo, aunque Nana y las Técnicas estaban también atónitas. Las Técnicas sacaron sus armas por si acaso y el chico sacó su espada. Atacó muy rápidamente al primer bicho negro y por último lo remató. Al parecer ese chico se manejaba muy bien en el combate, aunque no sabíamos exactamente lo que era. Aún así seguía habiendo unos cuantos más bichos así que decidimos Nana y yo luchar con uno. Cada una nos transformamos en nuestro animal.

- "¡¡Waauuu Waauuu Iron Claws!!".- dije en voz alta.

Justo después mis garras aumentaron volviéndose de hierro y me abalancé sobre uno de los bichos negros. Le arañé violentamente la cara e hizo que se rompiera esa máscara que llevaba. Era muy viscoso por dentro y salté de nuevo al suelo. Para rematarlo le di un bocado en una de sus patas arrancándole parte de ella y finalmente desapareció.

Seguíamos allí detrás de él sin saber que hacer mirando como tenia retenidas a las Técnicas en la cuerda. Al rato las soltó diciendo un conjuro. A continuación ellas respiraron aliviadas y chico dijo:

- Entiendo que sea vuestro trabajo pero necesito información y ayuda. - dijo sin cambiar su expresión.
Aunque si no queréis colaborar...

Entonces se convirtió todo en silencio, Misa y yo sabíamos perfectamente que no nos iba a pasar nada así que solo nos dedicamos a mirar cuando de repente se abrió un portal de donde salieron como una especie de monstruos negros con una máscara de hueso. Las Técnicas sacaron sus armas preparadas para defenderse por si esos monstruos las atacaban y el chico también saco su espada, ataco rápido y lo mato destrozándole la máscara. Entonces me di cuenta que por ahora el punto débil de esa cosa era esa especie de mascara que le tapaba la cara. Entonces Misa y yo decidimos atacar, nos transformamos en animales, ella lo mato rápido con sus garras.

- "¡Pum-pumkin-pumkin Smashing Pumpkin!" – dije.

Entonces apareció una calabaza gigante que aplasto al monstruo rompiéndole la máscara y desapareciendo.

Después de tenernos un rato ahí atadas, las brujas seguían lloriqueando detrás de el chico, que bajó una de sus manos, liberando la cuerda que nos rodeaba. Me sentí aliviada, y esperaba que ese chico no quisiese matarnos o algo por el estilo. Entonces el chico dijo sin mover la más mínima facción de su cara:

-Entiendo que sea vuestro trabajo pero necesito información y ayuda. Aunque si no queréis colaborar...

Me asusté un poco ante tal "amenaza". Porque no estaba segura de si era una amenaza o era en plan "si no ayudáis, me da igual". No supe que hacer, y Raimu tampoco. Solo había un silencio incómodo, ya que las brujas pararon de lloriquear al ver que nos soltó. Y de la nada, un vacío se abrió y empezaron a salir grandes masas viscosas de color negro con máscaras de hueso pintadas, muy raras. Jamás en mi vida, ni desde que llegué a Death City, vi ese monstruo o lo que fuese. Agarré a Yuki para pelear, pero no creo que fuera muy efectivo, ni nada seguro, pelear contra algo completamente desconocido.

Entonces, el chico sacó una espada y atravesó la máscara de uno de los bichos, la bruja de las orejas se transformó en lobo y la otra en gato, hicieron hechizos y mataron cada una a un bicho de esos, a pesar de que se habían quedado tan asombradas como Raimu y yo. Cloud regañaba a Raimu diciendo que se moviera, y Yuki me decía que sería mejor quedarse y mirar para no ser estorbos. Raimu y yo hicimos caso a Yuki y Cloud se enfurruñó mientras mirábamos esa extraña pelea contra las cosas esas.

Me habría gustado medir la fuerza de las técnicas pero atacarlas sin sacarles información me parecía sencillamente estúpido. Acabaría con Medusa y luego podría volver a la dimensión celeste a pasar el día tumbado junto a mi árbol de caquis.

- Lamento este pequeño rodeo de la situación, volvamos al tema principal. - Dije.

Un reiatsu bastante mediocre para ser un capitán apareció en mitad del descampado, mire hacia los lados sin mover mucho la cabeza, estaba detrás. Se acerco hasta mi espalda y puso la punta de su Zampakutou contra ella. Sin cambiar de expresión apunte mi Zampakutou hacia su dirección por debajo de mi túnica y alargue la hoja atravesándola la túnica, la zampakutou se situó justo debajo de su barbilla.

- Joder, acaso no se puede tener una conversación tranquila aquí? - Dije con voz molestada. El volvió a envainar su Zampakutou y me gire. Era un tipo alto y completamente calvo, con dos manchas rojas encima de sus ojos - Ikkaku... - No recordaba su nombre completo.

Aspecto:

- Me llamo Madarame Ikkaku. - Dijo el enfadado en cierta forma.

- Bueno, a que viene un calvo oficial 3° de la 11° división a molestar en este mundo? - Dije con malicia.

- NO SOY CALVO! - Dijo el casi chillando y con aire enfadado, puso su mano en su zampakutou y la desenvaino hacia mi.

- Vuelve a dirigir tu Zampakutou hacia mi y te matare sin piedad. - Dije tranquilamente mientras comenzaba a ignorarlo y me volvía a girar hacia las chicas.

- Bueno, sigamos... - Me gire al notar que se acercaba a mi con la Zampakutou aun desenvainada. - Carruaje del trueno, puente de una rueda giratoria: ¡con luz, divide esto en seis! - Levanté el dedo indice - Bakudou 61. Rikujōkōrō. - Las seis laminas de luz se "clavaron" alrededor de su cintura paralizandolo completamente. - Te vas a quedar tranquilo de una maldita vez?

Kido usado:

Cada vez me mareaba más. Los bichos grandes y feos habían desaparecido y el peliplata comenzó a hablar.

-Lamento este pequeño rodeo de la situación, volvamos al tema principal.

Pero otra vez le interrumpieron. Un calvo apareció detrás de él, vestido con una ropa muy similar a la suya. El calvo le puso su espada en la espalda, y el que ya habíamos visto antes sacó su espada por detrás de su túnica, dejando la hoja a la altura de la barbilla del calvo.

-¿Joder, acaso no se puede tener una conversación tranquila aquí?-dijo el peliplata molestado

El calvo volvió a guardar su espada y habló:

-Me llamo Madarame Ikkaku.-dijo enfadado

-Bueno, a que viene un calvo oficial 3° de la 11° división a molestar en este mundo?

-NO SOY CALVO!-gritó el que sí era calvo, por mucho que lo negase

-Vuelve a dirigir tu Zampakutou hacia mi y te matare sin piedad.

Después, volvió a girarse hacia nosotras, pero el calvito pesado volvió a acercarse a él. En realidad esto ya comenzaba a molestarme, y me preguntaba por qué no huíamos... Es como si algo nos atrajera a quedarnos ahí... La curiosidad, supuse...

-Carruaje del trueno, puente de una rueda giratoria: ¡con luz, divide esto en seis!- dijo entonces el chico con pelo, y levantó el dedo índice.-- Bakudou 61. Rikujōkōrō.

Entonces, 6 láminas de luz se colocaron alrededor de la cintura del calvo, dejándolo ahí sin poder moverse.

-Raimu... Deberíamos irnos...- le susurré a mi prima